Es un hecho que el motor de los países son los empresarios, son ellos quienes con su esfuerzo mueven la economía del mundo y en el caso de México no es la excepción.
Se hace necesario aclarar que, especialmente en nuestro país, en una gran mayoría de los casos el empresariado se mueve con base en el empirismo, a prueba y error, con la experiencia no profesional en la realización de negocios, y esto no es necesariamente malo pero en un mundo tan globalizado como el actual, la constante evolución de nuevas tecnologías, la ardua fiscalización de las autoridades e incluso la amplia exposición al escrutinio público es que se hace indispensable la implementación de ciertos lineamientos que le permitan no solo evitar incurrir en algún tipo de falla relacionada con dichos elementos, sino que le garanticen su permanencia y crecimiento en esta selva empresarial.
Lo anterior solamente se puede lograr con el establecimiento de un buen gobierno corporativo dentro de las empresas que permita establecer los lineamientos, mejores prácticas, directrices y procedimientos que permitan conciliar los objetivos de la empresa con los de sus dueños, pasando por el debido cumplimiento normativo que le permita incluso la protección del patrimonio de empresas y empresarios.
Dentro de los principales objetivos del gobierno corporativo está el establecimiento de una estructura formal y la identificación de los principales riesgos es los que puede incurrir una empresa que puedan ocasionar incluso su desaparición. De manera enunciativa de enlistan los principales riesgos que rodean a las organizaciones:
- En el caso de empresas familiares, falta de planes de sucesión y conflicto de intereses personales.
- Cumplimiento normativo. Fiscal, laboral, de lavado de dinero, societario, etcétera.
- Operativos.
- Financieros.
- Fraudes.
- Ambientales.
- Tratamiento de nuevas tecnologías y protección de intercambio de información y documentación digital.
- Inclusive sobre derechos humanos.
- Falta de informes internos fiables hacia la alta dirección de las empresas.
El contar con una estructura organizativa interna adecuada que identifique, mitigue y controle los riesgos a que está sujeta constantemente la compañía facilitará el alcance de sus objetivos y el desarrollo de la planeación de permanencia, crecimiento y de cumplimiento operativo y normativo. Es decir, crecimiento con orden y estrategia.
La figura del gobierno corporativo tiene un nivel de tal importancia para las organizaciones que en el ámbito internacional la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha desarrollado sus principios de buen gobierno corporativo, mismos que son la base para que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en México publicara recientemente en este 2025 también su Código de Principios y Mejores Prácticas de Gobierno Corporativo para ayudar a las empresas mexicanas en su organización, modernización y competitividad.
Todos estos lineamientos, políticas, directrices, procedimientos y buenas prácticas deben adaptarse al tamaño, complejidad, madurez, realidad, estrategia y objetivos de cada empresa, es decir, el gobierno corporativo debe ser un traje hecho a la medida de cada entidad para ayudarle en el cumplimiento de sus objetivos. No importa que se tenga a dos empresas del mismo giro, cada una de ellas tiene misión, visión, valores, filosofía y estructura interna diferentes.
Desafortunadamente en México aún se tiene cierta resistencia a la generación y cumplimiento de protocolos internos pero corresponde a los asesores el sensibilizar a los empresarios sobre todo el gran cúmulo de beneficios que brinda el contar con estructuras internas organizadas y alineadas con los objetivos de la compañía. Beneficios materiales, operativos, financieros, fiscales, comerciales, sociales y hasta medioambientales; que le permitan la optimización de recursos y maximización de rendimientos, que finalmente es a lo que aspira todo empresario.
PD. El evitarse problemas, también es un beneficio.
Elaborado por: L.C. Enrique Hernández Pedro
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